Ferrari ha desvelado la imagen definitiva del 488 Spider, un modelo de techo retráctil que será presentado de forma oficial en septiembre con motivo del Salón del Automóvil de Frankfurt. Cuenta con un motor V8 de 670 CV y acelera de 0 a 100 km/h en 3 segundos.
La llegada de la versión descapotable del Ferrari 488 GTB era cuestión de tiempo. Concretamente, hasta el mes de septiembre de este año, que es cuando la marca italiana ha confirmado su presentación oficial durante el Salón de Frankfurt. Estamos hablando de un deportivo que cuenta con un techo fabricado en aluminio, magnesio y algunos materiales nobles más, que está formado por dos piezas y que tarda unos 14 segundos en realizar tanto el movimiento de apertura como el de cierre.
En cuanto al motor, el Ferrari 488 Spider equipa el mismo que la versión coupé, es decir, un V8 turbo de 3.902 centímetros cúbicos, que es capaz de desarrollar una potencia de 670 CV. Se asocia además a una caja de cambios automática de doble embrague F1 Dual-Clutch con 7 velocidades. Si hablamos de prestaciones, lo hacemos de una aceleración de 0 a 100 km/h en 3 segundos y de una velocidad punta de 325 km/h.
Otro de los secretos del nuevo Ferrari 488 Spider lo encontramos en la cura de adelgazamiento que ha recibido respecto al anterior 458. Ahorra 10 kilogramos para dejar la cifra total en 1.525. A esto se le suma un aumento de la rigidez torsional del conjunto del 23% respecto a su antecesor, lo que le hace ganar muchos enteros en lo que a comportamiento dinámico se refiere. También se ha trabajado a conciencia sobre la carrocería del coche para reducir lo máximo posible las turbulencias generadas en el interior del mismo cuando se rueda con el techo recogido. Además de las clásicas protuberancias situadas tras los asientos delanteros, se ha instalado un cortavientos transparente que puede colocarse en tres posiciones diferentes.
Como en el caso del Ferrari 488 GTB, este Spider cuenta con el sistema SSC 2 -Side Slip Angle Control 2-, que se encarga de analizar de forma constante el deslizamiento lateral del vehículo adaptándolo siempre a los valores ideales a través de la gestión del par y actuando sobre el control de tracción. El par se distribuye entre las dos ruedas traseras gracias al diferencial electrónico E-Diff. Esta nueva versión del sistema permite además gestionar los tiempos de respuesta y funcionamiento de los amortiguadores activos.
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