Dice Alberto Dorsch, responsable del equipo de Kobe Motor que ha puesto en marcha la Copa Kobe Circuitos, que “quiero llorar” por la emoción de esta competición puesta en marcha por el concesionario Toyota de igual nombre y que el pasado sábado echó el cierre a la temporada 2018. Yo, que estuve allí, le digo que el éxito de esta Copa merece, más que lágrimas, aunque sean de alegría, una amplia sonrisa de satisfacción por semejante espectáculo.
Como aficionando, he disfrutado viendo muchas copas monomarca, incluso he participado en una de ellas, la Copa Hyundai Getz Diésel, la primera que se celebró con motor de gasóleo, en 2006. La parrilla la formaban 40 coches y la rivalidad era tanta que los golpes, incidentes y accidentes eran permanentes. Me lo pasé muy bien, con una carrera ganada en el Jarama, y otra siendo segundo, pero me gasté mucha pasta en chapa y pintura.
El sábado pasado estuve en tan emblemático circuito para mí cubriendo el último mitin de la Copa Kobe Circuitos (Kobe Motor, concesionario oficial Toyota en Majadahonda, tiene en marcha otra competición que va por su cuarto año, la Copa Kobe Tierra, que se disputa con igual coche que la anterior, el Toyota Aygo, haciéndolo dentro del Campeonato de España de Rallyes de Tierra, CERT, y de la que están saliendomagníficas promesas) y me encantó todo lo que vi. Me gustó porque hay rivalidad, a pesar de que el coche es “casi de calle” para reducir el costes, permitiendo el lucimiento del piloto al destacar el talento de sus manos. Rivalidad, sí, pero sin malas formas, primando la deportividad y el buen rollo, con toques, como está mandado, pero no golpes, ni buscando al rival para apartarlo. El resultado es una competición disputada y reñida, pero limpia.
Otro punto a ensalzar es la juventud de la mayoría de los participantes (chavales que despuntarán gracias a la Copa y darán que hablar en el mundo de la competición en un futuro no muy lejano), entre los que se cuelan pilotos veteranos, como Pablo Amorós, que cumplió 50 años el día del mitin en la pista madrileña, quedando en segundo lugar en la segunda prueba y tercero en del campeonato.
También es loable, además de un revulsivo para participantes y aficionados, la inscripción de féminas, lo que engrandece la Copa. Una buena muestra la tenemos en Andrea Fernández, hija del “Gran Efi”, demostrando su calidad al volante, siendo la primera chica del campeonato, ocupando la octava plaza de la general.
Varios pilotos en la lucha final
Con 22 pilotos en parrilla y abundante público que llenaba la grada en las curvas de Le Mans y Ángel Nieto, empezó el mitin con las tandas libres. El asfalto estaba húmedo, pero no mojado, tomándoselo con calma al principio para ir apretando el acelerador a medida que aumentaba el ‘grip’ de la pista. Luego, cuando llegaron los entrenamientos oficiales (el formato de la Copa es hacerlo todo en la misma jornada para mayor gloria del bolsillo), el Jarama estaba perfecto, echando el resto los pilotos para conseguir los mejores tiempos, pues había mucho en juego y cada punto sería valiosísimo para determinar el ganador de la Copa. Varios eran los pilotos con posibilidades, Antonio Albacete jr (que llegaba al trazado madrileño como líder), Pablo Amorós, Marc de Fulgencio y Miguel Villacieros. ¡Emoción por todo lo alto!
En los cronos, Marc de Fulgencio mostró sus deseos a las claras de ir a por todo marcando el mejor tiempo, seguido por Albacete, a sólo 90 centésimas, y por el debutante Iván Velasco, tercero, y la veloz Fernández detrás.
La primera de las carreras, establecida a doce vueltas, empezó con la emoción que nunca falta en la Copa, haciendo las delicias del público. De Fulgencio, tirando del pelotón y con numerosos adelantamientos tras de sí. Entre los favoritos, Amorós no encontraba su hueco, al igual que Iker Sukia. Y si los llamados a la corona de laurel luchaban por el triunfo, uno de ellos, Villacieros, no podía hacerlo debido al repartidor de frenada. Tampoco le fue bien al piloto madrileño en la segunda carrera, por lo que, a pesar de ser uno de los favoritos durante toda la temporada, no tuvo suerte en tan decisivo mitin, perdiendo toda opción para coronarse en lo más alto.
Con el público puesto en pie, De Fulgencio terminó la carrera igual que la había empezado, en primer lugar, llevándose los 35 puntos y los 5 de la vuelta rápida. Le seguía Iván Velasco (que, al ser su única carrera del año, no bloqueaba puntos y resultado), por lo que ‘Tony’ Albacete era segundo y Ángel Rodríguez, tercero. Les seguía Sergio López, cuarto, por delante de Luis Ulecia, quinto, y el joven Alejandro Morales, sexto. Poca suerte para Amorós, que se descolgaba hasta el décimo lugar, perdiendo muchas opciones, y Villacieros, que casi las perdió todas con su 15º puesto. Pero faltaba la segunda y definitiva carrera y las espadas seguían en todo lo alto.
Emoción hasta el podio
Cerrando la matinal del Jarama, pues antes se celebró el Campeonato RACE de Turismos, a las 15:35 horas dio comienzo la segunda carrera, décima del campeonato y última de la Copa Kobe Circuitos 2018. Si la primera prueba fue emocionante, la segunda la superó con creces. De nuevo, De Fulgencio abría la “serpiente” de colores que formaban los 22 coches participantes. Al pasar por el “embudo” de la curva de Le Mans, para luego abordar la de Ángel Nieto, más cerrada, y enfilar la rampa Pegaso, tres Toyota Aygo se ponían en paralelo, con Amorós por la puzolana en un intento por alcanzar a De Fulgencio, que marchaba en busca del triunfo, aunque no le iba a ser fácil.
En cada vuelta los cambios eran constantes, empezando por la cabeza, donde Pablo, que había dado caza a Marc, se alternaba el liderato con su rival en varias partes del circuito. Mientras, un inteligente Albacete, sabedor de que no necesitaba la victoria para hacerse con el campeonato, se mantenía a la expectativa, consciente de que un tercer puesto le era suficiente. También acechaba Sergio López, al igual que Andrea, que hizo una carrera magnífica, no menor que la de Ana Barreras, por detrás de la anterior.
Al final, De Fulgencio repitió victoria ‘in extremis’, seguido de Amorós y Albacete, que se erigía en el campeón de la Copa Kobe Motor, con el orgullo de su padre, Antonio Albacete (senior), uno de los grandes pilotos de este país. La vuelta rápida fue para Iván Velasco y los puntos de la misma para Marcial Rodríguez. Andrea se llevó el título de mejor piloto femenina, mientras que Sergio López el de mejor junior y Pablo Amorós el de mejor senior.
‘Tony’ Albacete: “Agradezco al equipo, a los patrocinadores y a la familia todo lo que han hecho”
Tras los honores del podio, ‘Tony’ Albacete reivindicó el “mucho trabajo realizado durante todo el año, porque el coche nos costaba ponerlo a punto en algunas carreras. Por eso tengo que agradecer al equipo, a los patrocinadores y a la familia todo lo que han hecho”, asegurando que “estoy más contento por ellos que por mi mismo”. Para el año que viene, “estamos viendo varias opciones. El proyecto del campeonato de España de turismos…, pero de momento no hay nada claro”, reconociendo los consejos que le ha dado su padre, pues “se agradece tener un padre con tanta experiencia”.
Antonio Albacete: “Ha sido duro, porque la última carrera ha sido de infarto”
Para Albacete, el progenitor del campeón, ser padre del titular de la Copa Kobe Motor, “la tercera generación con un título en sus manos, me hace muy feliz. Ha sido duro, porque la última carrera ha sido de infarto, de hecho, no hemos sabido que lo era hasta el podio. Lo cierto es que ha hecho un final de temporada muy bueno, muy regular, ha sido el piloto que ha puntuado en todas las carreras y hemos conseguido en el Jarama hacernos con el título, por lo tanto, muy feliz”.
Antonio, ¿se sufre más como padre y responsable del equipo de tu hijo o pilotando?, le pregunto, respondiéndome con risas, pero sin dudas: “Se sufre más aquí (en tierra, como espectador). Hoy, si, absolutamente”.
Pablo Amorós: “Sigo ahí, peleando con los jóvenes, y aprendiendo, eso es lo bueno”
Amorós, al que conozco por ser rivales en la Getz Diésel, le pregunto que siente después de volver a la competición, tras un parón muy prolongado, y subir al cajón en una copa en la que todo es juventud. “La verdad es que te motiva, porque dices ‘estoy viejo, pero no tanto’ (se ríe). Los cincuenta es otro piso, pero sigo ahí, peleando con ellos, y aprendiendo, porque en cada carrera aprendo algo, y eso es lo bueno”. En cuanto al año que viene, Pablo comenta que dependerá “del dinero, esto (la Copa) es muy económico, pero hay que quitarlo de otras cosas y la familia es lo primero”, concluye.
Andrea Fernández: “Todo lo que sé es gracias a mi padre”
Andrea rebosa felicidad y alegría, y no puedo evitar preguntarle por el tanto por ciento de “culpa” que tiene su padre en su gran talento como piloto. Ella (22 años), joven precoz en el mundo de la competición, responde sin pensárselo dos veces, “¡tiene que ver todo! Mi padre es el que desde bien pequeña me enseñó a conducir con un coche eléctrico y así hasta hoy. Todo lo que sé es gracias a él”, demostrando que es una campeona en la pista y fuera de ella.
El año que viene será el segundo año de esta Copa Kobe Motor, cuna de campeones, forjadora de sueños, gracias a la labor grandiosa de su promotor, el concesionario oficial Toyota Kobe Motor. ¡Enhorabuena!
José Mª Alegre (texto y fotos)
Clasificación final I Copa Kobe Circuitos 2018 (oficiosa):
1- Antonio Albacete, 244 puntos
2- Marc de Fulgencio, 238 puntos
3- Pablo Amorós, 237 puntos. Primer senior
4- Sergio López, 219 puntos. Primer junior
5- Iker Sukia, 180 puntos
6- Miguel Villacieros, 178 puntos
7- Ángel Rodríguez, 170 puntos
8- Andrea Fernández, 149 puntos. Primera fémina
9- Marcial Rodríguez, 130 puntos
10- Luis Ulecia, 113 puntos
11- Alberto González, 108 puntos
12- Alejandro Morales, 106 puntos
13- Ana Barreras, 99 puntos
14- Ana Álvarez, 78 puntos
15- Iñaki Gelasaga, 70 puntos
16- Ángel Quesada, 70 puntos
17- Miguel García, 49 puntos
18- Belén García, 45 puntos
19- Javier Ibrán, 43 puntos
20-Antonio Aguado, 40 puntos
21- Miguel González, 30 puntos
(Hasta 31 pilotos participantes)
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