La sal, muy utilizada en las carreteras durante el invierno para deshacer el hielo, tiene un efecto corrosivo, por lo que es muy recomendable lavar el coche con agua a presión, incluidos los bajos, después de circular por asfaltos con este compuesto químico.
En invierno, las máquinas quitanieves suelen esparcir sal por las carreteras para deshacer el hielo y evitar así que los coches deslicen o pierdan la trayectoria. La parte negativa es que este compuesto químico tiene un efecto corrosivo sobre las partes metálicas, gomas y manguitos del automóvil, por lo que es muy recomendable lavarlo con agua a presión para que no sufra desgastes importantes en zonas fundamentales. Son cinco minutos, pero, con ese acto, alargarás la vida de tu coche.