Volkswagen presenta la nueva e-smartConnect, una estación de repostaje eléctrico que asegura un proceso de recarga cómodo, fiable y en el que se emplea muy poco tiempo. Se trata de un sistema basado en la carga por corriente directa, que supone un paso adelante en todos los aspectos.
Las mejoras que la marca alemana Volkswagen ha conseguido en lo que a la densidad de energía y a la capacidad de sus baterías de tracción se refiere, permitirán una autonomía de más de 500 km en un futuro próximo. Con el objetivo de reducir al máximo los tiempos de carga de todos estos vehículos, sin perder eficiencia en el proceso, los ingenieros germanos trabajan en un sistema automatizado de carga por corriente directa (CD) basado en una estación de repostaje eléctrico automático llamada ‘e-smartConnect’.
La siguiente generación de vehículos eléctricos estará equipada con baterías de alta capacidad, por lo que se necesitarán unas elevadas capacidades de carga para que estos dispositivos de almacenamiento de energía se recarguen de forma rápida. Esto es precisamente lo que se logra con la tecnología de carga rápida por CD.
Sin embargo, esta opción requiere el uso de cables gruesos, cuyo peso y rigidez los hace difíciles de manejar. Para solucionar esto, el objetivo de la investigación del proyecto e-smartConnect es acoplar de forma automática un conector CD al vehículo. El enlace entre el conector CD y el vehículo se crea a través de una instalación de cable de bajo momento de fuerza y el uso del robot ligero ‘LBR iiwa’ de Kuka. Los siete ejes de dirección y los sensores de par integrados del robot garantizan una conexión precisa, sensible a la fuerza y fiable.
El proceso automatizado de carga da comienzo con la comunicación entre el vehículo y la estación de carga. El vehículo eléctrico transmite sus datos de perfil a la estación, que entonces indica al sistema de estacionamiento automatizado del vehículo dónde debe aparcar. Para conseguir la precisión necesaria -el enchufe CD del vehículo debe estar posicionado dentro de un área que mide 20 x 20 centímetros-, la infraestructura que rodea el conjunto tiene el soporte de los propios sistemas de asistencia del vehículo. Por otra parte, una cámara montada sobre el dispositivo de retención del robot calcula al milímetro la posición exacta de la toma de corriente. Una vez que hayamos posicionado el vehículo, el robot quita el conector CD de la unidad de carga y la inserta en el enchufe. Una cinta transportadora lleva entonces al robot hasta el siguiente vehículo eléctrico que necesita una recarga.
Una vez ha finalizado el proceso de carga, el robot recibe la orden de desacoplar el conector CD. Tras ello, el vehículo abandona automáticamente el área de carga y deja espacio para el siguiente. Se trata de un sistema perfecto para el uso público, ya que la tecnología e-smartConnect también monitoriza el proceso entero para asegurar que no hay peligro de daños por contacto físico entre el robot y las personas. Con ello, se posibilita la colaboración entre humanos y robots sin que sean necesarias barreras adicionales de seguridad.
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