El nuevo Volvo S60 (que se lanzará a finales de primavera) será el primer vehículo Volvo que no estará disponible con motorización diésel, decisión acorde con el compromiso de Volvo Cars por un futuro a largo plazo sin motor de combustión tradicional.
Todos los nuevos modelos Volvo que se lancen al mercado a partir de 2019 estarán disponibles como semihíbridos de gasolina, híbridos enchufables de gasolina o vehículos eléctricos con batería. Ésta estrategia de electrificación más amplia del sector del automóvil la emprende Volvo Cars, que fue el primer fabricante en comprometerse con la electrificación total en julio de 2017.
“Nuestro futuro es eléctrico y no vamos a desarrollar ninguna nueva generación de motores diésel”, señaló Håkan Samuelsson, presidente y director ejecutivo de Volvo Cars, “poco a poco, dejaremos de fabricar vehículos equipados únicamente con un motor de combustión interno y ofreceremos versiones híbridas de gasolina como opción transitoria a medida que avancemos hacia la plena electrificación. El nuevo S60 es el siguiente paso en el marco de este compromiso”.
El mes pasado, Volvo Cars reforzó su estrategia de electrificación declarando su intención de que los vehículos totalmente eléctricos representen el 50 % de sus ventas globales para 2025. El anuncio se realizó en el Salón del Automóvil de Pekín 2018, lo que sitúa a la empresa como un fabricante clave en China, el mayor mercado del mundo para este tipo de vehículos.
El nuevo S60, un sedán deportivo premium de tamaño medio, se basa en la arquitectura escalable de productos (SPA) desarrollada internamente por Volvo Cars, en la que también se basan los galardonados vehículos de la nueva serie 90 y de la serie 60. La versión ‘station wagon’ del S60, su hermano el V60, se lanzó a principios de año en Estocolmo.
El nuevo S60 estará disponible inicialmente con una serie de motores de gasolina Drive-E de cuatro cilindros y en dos versiones híbridas enchufables de gasolina. El año próximo se añadirán versiones semihíbridas.
El nuevo S60 empezará a fabricarse este otoño en la nueva fábrica de Volvo Cars de Charleston, Carolina del Sur y será el único emplazamiento en el que se producirá el nuevo S60, lo que significa que los S60 fabricados en los Estados Unidos se comercializarán tanto en el mercado estadounidense como en el exterior a través de exportaciones.
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