En los últimos años se ha puesto de moda el término downsizing, que, aplicado al sector de la automoción, viene a significar: motor de pequeña cilindrada que aúna un buen nivel de potencia con unos parcos registros de consumo y emisiones contaminantes.
Siguiendo esta premisa, Opel ha iniciado la producción en serie de la nueva familia de propulsores 1.0 Ecotec sobrealimentados de inyección directa en la factoría húngara de Szentgotthárd, cuya puesta en marcha ha requerido una inversión de setecientos millones de euros. Dentro de la planificación del fabricante de Rüsselsheim, esta planta se revela estratégica para cumplir con los objetivos fijados hasta 2018: el lanzamiento de 27 modelos y, en el caso que nos ocupa, 17 motorizaciones.
Volviendo al bloque 1.0 Ecotec, es un tricilíndrico con turbo que entrega 115 CV. Inicialmente, estará destinado al Adam Rocks y al nuevo Corsa, que también montará una versión del mismo motor pero con una potencia inferior: 90 CV.
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