La firma de Varese propone una serie de accesorios para ‘vestir’ a ‘la ‘roadster’ deportiva alemana. Entre ellos destaca el afamado Proguard System, un protector que evita el accionamiento accidental del freno o el embrague, reforzando así la seguridad.
Presentada a finales del año pasado, la BMW S 1000 R es una de las roadsters deportivas más apetecibles del mercado. Y aunque su dotación de serie es ya de por sí destacable, incluyendo un propulsor tetracilíndrico que otorga 160 CV, los especialistas de la firma italiana Rizoma, junto a los de BMW Motorrad, han seleccionado una serie de accesorios para personalizar el modelo alemán.
El nuevo traje contempla unas estriberas de aluminio, muy ligeras y resistentes, regulables en cuatro posiciones. Además, también se pueden montar unas manetas de freno y embrague, ajustables y articuladas, o una cúpula de policarbonato ahumada.
Otro complemento interesante es el afamado Proguard System, un protector de aluminio de aleación ligera que evita el accionamiento accidental de las manetas de freno y embrague, reforzando así el apartado de la seguridad. Está a la venta en aluminio, negro o dorado a un precio de 99 euros por unidad.
Y ya puestos, es posible completar la S 1000 R con unos espejos retrovisores disponibles en aluminio pulido y negro anodizado, si bien el catálogo de opciones para la BMW incluye más referencias, desde un manillar cónico hasta protectores para el motor.