Continental contribuye al gran éxito del BMW i8

El corazón del BMW i8 tiene mucho que ver con Continental, puesto que éste último suministra más de 50 componentes para construir este modelo y convertirle en una referencia a nivel ecológico, deportivo y seguro.

Los turbocompresores, el sistema de frenado con recuperación de la energía, los sensores para la monitorización de la presión de los neumáticos o los sistemas de dirección, son algunas de las tecnologías que se benefician de la contribución de Continental como proveedor de componentes.

Continental aporta la tecnología del turbocompresor de alto rendimiento empleado en el motor de tres cilindros y 1.5 litros del BMW i8. La combinación de la inyección directa con un turbo de alta eficiencia consigue aumentar el rendimiento y reducir los consumos y las emisiones de CO2. Para ello, el nuevo turbo con carcasa de acero consigue elevar la potencia del propulsor hasta los 234 cv, que supone una excepcional relación peso/potencia. Asimismo, puede soportar altísimas temperaturas de los gases de escape superiores a mil grados centígrados, así como su respuesta variable en diferentes condiciones de carga establece un nuevo punto de referencia.

Todos los BMW incorpora el sistema de recuperación de la energía en la frenada, y el BMW i8 no iba a ser menos. Continental suministra el sistema de frenos híbrido MK 100 ESC Premium, especialmente desarrollado para apoyar la recuperación energética de los vehículos híbridos y eléctricos. Durante el frenado, la energía cinética del vehículo se recupera transformada en energía eléctrica para recargar la batería. El control electrónico de estabilidad también se integra en este sistema, para hacer la conducción más ecológica y segura. Este sistema añade funciones de seguridad y asistencia al conductor del i8, como el asistente a la frenada de emergencia o la ayuda a la salida en pendientes. Continental también se encarga de proveer el control de crucero dinámico, que es capaz de mantener la velocidad seleccionada también en bajadas.

El nuevo BMW i8 incorpora un innovador sistema de protección para los pasajeros y para los servicios de emergencia desarrollado por Continental. Un tubo flexible lleno de aire integrado en la zona frontal del vehículo, detecta presión mediante sensores en los extremos. Estos envían una señal a la unidad de control del airbag, que el sistema emplea para desconectar la batería de alto voltaje HV y proteger a los pasajeros y a los servicios de emergencia en el lugar del accidente. Este es sólo un ejemplo de la flexibilidad del galardonado sistema PSAT PPS de Continental.

El i8 equipa un preciso sistema de monitorización de presión de los neumáticos. El sistema es muy compacto y mide la presión y la temperatura de los neumáticos tanto con el vehículo parado como en movimiento. Este sistema entre otras cosas aumenta la vida útil de los neumáticos, garantiza un correcto agarre y frenada e incluso reduce el consumo de combustible.

Para el i8 el sistema de los circuitos de calefacción y refrigeración ha planteado un serio desafío puesto que cuenta con algo más de 30 manguitos, tubos de aluminio y plástico que superan los 31 metros de longitud. El uso de tubos plásticos extruidos juega un papel fundamental en la reducción de peso, mientras que los manguitos de elastómero únicamente se han utilizado en el vano motor. Para conectar de forma segura estos nuevos tubos de plástico, Continental ha desarrollado varios conectores y acoplamientos rápidos que garantizan conexiones herméticas a pesar del reducido espesor de las paredes del tubo.

Entre el resto de los más de 50 componentes que Continental suministra para el BMW i8 se incluyen por ejemplo las láminas Beneron para proteger de arañazos, correas acanaladas reforzadas para el sistema de arranque o los soportes del motor de combustión.