El amplio espacio disponible para entrar y salir del B-Max garantiza un trato de ‘sir’ a los ocupantes. Como sucede en todos los Ford, este monovolumen urbano muestra una agilidad notoria. Deslice las puertas correderas, pase y vea.
Si el Opel Meriva se identifica por la apertura hacia atrás de las puertas posteriores, el Ford B-Max se presenta con la peculiaridad de carecer de pilar central y de contar con puertas correderas traseras. El primer paso, diferenciarse del resto de la competencia en algo notorio, está dado.
El monovolumen de la marca del óvalo, creado a partir de la plataforma del Fiesta, mide poco más de cuatro metros de longitud y cuenta con suficientes argumentos prácticos para ser un coche útil para una familia joven con niños pequeños. Sin destacar sobremanera en habitabilidad y espacio para el equipaje, ofrece en estos dos apartados buenas cotas. El maletero dispone de 318 litros, una cifra normal que se puede ampliar al abatir los respaldos de los asientos traseros en proporción 60/40, quedando un piso plano. Para transportar objetos de más de dos metros de longitud, el asiento del acompañante también se puede abatir. Detrás, el asiento ofrece tres plazas, cada una con su reposacabezas, y un correcto espacio longitudinal para adultos de talla media.
Las ya comentadas puertas correderas resultan muy útiles para acceder y salir más fácilmente del habitáculo, sobre todo en aparcamientos estrechos. También son ventajosas para colocar o sacar a niños en las sillas infantiles. La única pega que pueden tener es que, desde dentro, son más pesadas de accionar respecto a unas puertas convencionales. En general, nos parecen una buena solución.
Diversión
El apartado dinámico es una de las partes destacadas del B-Max. Como en el resto de Ford, brinda un comportamiento divertido y seguro, gracias a una suspensión firme, que no llega a ser incómoda, y una dirección con un tacto fantástico. Los padres de familia no se aburrirán a los mandos del coche, seguro.
Con el motor turbodiésel 1.6 TDCi de 95 CV, el más potente de la gama y asociado a un cambio manual de cinco velocidades, se pueden completar perfectamente largos desplazamientos, pese a que el coche supera los 1.300 kilos en la báscula. Sube de vueltas de forma suave y registra consumos normales, 6,0 l/100 km, teniendo en cuenta que es más voluminoso y pesado que un utilitario.
Fotos: J.L.B.
GAMA B-MAX: Desde 11.990 euros (descuentos, financiación y Plan PIVE incluidos).
1.560 cc / 95 CV / 1.310 kg / 173 km/h / 6,0 l/100 km / 17.100 € (descuentos, financiación y Plan PIVE incluidos).
DESTACA:
– Acceso y salida del interior.
– Divertido de conducir.
– Motor TDCi solvente.
MEJORABLE:
– Kit reparapinchazos.
– Maletero casi semejante al del Fiesta.
– Puertas más pesadas que unas convencionales.
EQUIPAMIENTO DE SERIE Y SEGURIDAD
Aire acondicionado; llantas de 16 pulgadas; radioCD con lector de MP3 y conexiones auxiliares; luces diurnas por leds; tapicería de cuero; asientos delanteros calefactados; puertas traseras correderas; volante multifunción; control de velocidad de crucero; asientos traseros y el del acompañante abatibles; barras portaequipajes cromadas; iluminación interior por leds; cristales traseros oscurecidos; asiento del conductor ajustable en altura y con regulación lumbar, etc. Seguridad: Airbags frontales, laterales, de cortina y de rodillas para el conductor; programa electrónico de estabilidad (IVD); ABS con distribuidor (EBD) y ayuda a la frenada de emergencia (EBA); espejo de vigilancia infantil; anclajes Isofix; sensor de presión de neumáticos; ayuda al arranque en cuesta, etc.
