En primavera y verano es cuando más suciedad y mosquitos obstruyen nuestra visibilidad al volante. Por eso, es fundamental en estas épocas tener lleno el depósito del líquido limpiaparabrisas. Así evitarás realizar una parada forzosa para quitar restos del cristal. De vez en cuando, comprueba el nivel de dicho depósito. Si ves que está bajo, rellénalo tú mismo: la operación es muy sencilla y tan sólo te llevará un par de minutos.
Recuerda que en las estaciones de servicio, hay, junto a los surtidores, cubos de agua y cepillos para limpiar los cristales. Utilízalos si están en pleno viaje para aumentar tu seguridad.
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