El Observatorio RACE de Conductores pregunta, en su edición de diciembre de 2021, a más de 3.500 conductores acerca del encarecimiento del transporte privado, sus causas y sus consecuencias, opinando los encuestados, por abrumadora mayoría, estar en contra de las medidas del Gobierno hacia el automovilista y de la excesiva carga impositiva que sufren en su día a día.
Imposibilidad de cambiar de coche, pago por el uso de las autovías, encarecimiento de los carburantes y las energías alternativas, previsiones negativas en lo económico de cara a 2022, incremento de los precios de los seguros y revisiones… El Observatorio RACE de Conductores, iniciativa del Real Automóvil Club de España para conocer las opiniones de los automovilistas españoles sobre los temas de actualidad que afectan al sector, ha preguntado a más de 3.500 personas acerca de la actual carga impositiva que padecen y de las nuevas medidas del Gobierno. Y la respuesta ha sido, por abrumadora mayoría, de hartazgo ante la realidad a la que están sometidos día a día los automovilistas.
En la oleada de diciembre de 2021, llamada ‘Presión impositiva sobre el sector automovilístico’, el RACE ha preguntado acerca de la intención de compra o cambio de vehículo, pero también por cuestiones relacionadas con la batería de medidas e impuestos que se van a aplicar el próximo año o que, en los últimos meses, han ido en detrimento de los bolsillos de los conductores españoles.
Los conductores notan la subida de precios… pero no pueden prescindir del vehículo El 95,5% de los conductores ha notado la subida de precios entre mucho y bastante, especialmente en el precio de los carburantes (98,4% de ellos), en el mantenimiento (36,1%) e incluso en el precio del seguro (25,1%). En los factores por los que los conductores piensan que los precios han subido destacan la actualidad política (43%), la subida del precio de las materias primas (26,2%) y la crisis energética (21,8%). Sin embargo, pese a todas las dificultades derivadas de este aumento de precios e impuestos, el 82,4% de los conductores declaran que usarán su vehículo “igual”, ya que, les afecte más o menos, lo necesitan. Peor situación correrá un 16,5% de ellos a los que no les quedará más remedio que usar menos sus vehículos por no poder pagar los precios actuales.