
El campeón de la Saxo Trophy 2024, Julián Mazuecos, vivió un fin de semana para el olvido en el Circuito del Jarama. Dos averías mecánicas lo obligaron a abandonar ambas carreras de la GTI Trophy que disputa esta temporada. Sin puntos y con la frustración evidente, el piloto getafense deberá esperar a la cita final de noviembre en Jerez para mantener vivas sus opciones al título.
Un inicio con esperanza
El día amaneció entre sol y nubes sobre el Circuito Madrid-Jarama Race, con una temperatura perfecta para competir. Julián Mazuecos llegaba al Jarama con la intención de defender su segundo puesto en la general y recortar distancia con el líder. En los entrenamientos cronometrados logró dos quintos puestos, resultados correctos, pero no brillantes. El exceso de temperatura en los neumáticos redujo el agarre y el Golf GTI comenzó a deslizar de atrás, obligándole a corregir en cada curva y perdiendo tiempo.
En los boxes de Recambios Getafe, el ambiente era de concentración y camaradería. El piloto madrileño, acompañado de su familia y con su hijo Lucas junto a sus orgullosos abuelos, pasaba las horas previas repasando la estrategia con su jefe de mecánicos, Ángel Díez. En el Jarama, cada minuto libre es un pequeño ritual: ajustar, comprobar, esperar.
Primera carrera: avería y decepción
Llegada la hora de la verdad, Mazuecos se enfundó el casco, se subió al coche, ajustó el arnés y salió decidido a aprovechar la buena posición de salida. En la primera vuelta mantuvo su lugar, pero poco después El coche empezó a vibrar. El soporte del motor cedió y el Golf perdió su capacidad de tracción. Sin otra opción, el piloto se vio obligado a retirarse.
Un abandono siempre duele, pero hacerlo en la primera manga de un fin de semana clave para el campeonato tiene un sabor amargo. Sin puntos en la general, sus opciones al título quedaban momentáneamente congeladas.
Trabajo contrarreloj
Entre una carrera y otra pasaron más de tres horas. En el garaje del equipo getafense, los mecánicos trabajaron sin descanso bajo la mirada atenta del piloto. Había que reparar la avería y entender el origen del fallo: desgaste del material, degradación o simplemente mala fortuna…
Mazuecos, tranquilo pese al contratiempo, aprovechó los momentos de espera para revisar cada detalle del coche y jugar con su hijo. Sabía que la segunda carrera era su única oportunidad de salvar el fin de semana.
El ambiente en los boxes del Jarama tiene su propio ritmo: un constante ir y venir de pilotos, motores, conversaciones y comidas improvisadas. Cada equipo vive su pequeña batalla dentro de una jornada interminable.
Segunda carrera: la transmisión dice basta
Cuando se apagó el semáforo de la segunda prueba, Mazuecos volvió a salir desde la quinta posición. En la primera vuelta aguantó el ritmo del grupo de cabeza y, poco después, adelantó a su inmediato rival, situándose cuarto. Todo indicaba que podía acabar en el podio o, al menos, sumar puntos valiosos para la clasificación.
Pero la suerte no estaba de su lado. A las pocas vueltas, una nueva avería —esta vez en la transmisión— lo obligó a regresar a boxes. Fin del mitin y fin de las esperanzas de remontar. Dos abandonos consecutivos, cero puntos y un golpe duro en la moral del equipo.
“Las carreras son así”, diría luego el piloto, con la serenidad de quien lleva años compitiendo y sabe que la mecánica a veces impone su ley.
Pasión de fin de semana
El ambiente del Jarama, con sus categorías paralelas y su bullicio constante, es un reflejo del automovilismo amateur: pasión pura. La mayoría de los pilotos no viven de esto, pero todos viven para esto. Entre ellos, Mazuecos, que acumula una larga trayectoria como profesional sobre dos ruedas: fue piloto de Superbikes, subcampeón del Mundo de Resistencia y miembro del equipo BMW Motorrad en el desarrollo de la S 1000 RR, la superbike más avanzada de su tiempo, entonces, y ahora también.
Hoy, sobre cuatro ruedas, compite sin más objetivo que disfrutar y, si es posible, ganar. El orgullo y la competitividad siguen ahí, intactos.
Mirando a Jerez
El próximo mes de noviembre, el Circuito de Jerez–Ángel Nieto cerrará la temporada de la GTI Trophy. Será la última oportunidad para Mazuecos de recuperar el terreno perdido y optar al campeonato.
El doble abandono en el Jarama complica sus opciones, pero no las elimina. Su experiencia, su constancia y su pilotaje serán claves en una cita final que se promete intensa.
En el Jarama, la mecánica le dio la espalda, pero en las carreras —como en la vida— siempre hay otra vuelta que dar.
Textos y fotos: José Mª Alegre
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