Más sofisticado que nunca, el actualizado Skoda Yeti presenta tecnología punta en su equipamiento, que se suma a un motor, un cambio y una tracción 4×4 también de última generación. El espacio disponible sigue siendo santo y seña de la marca checa.
Las tecnologías del Grupo Volkswagen utilizadas en el renovado Skoda Yeti amplían notablemente las virtudes del coche y resultan unos aliados de primera en el día a día. Comenzando por el motor, el bien conocido turbodiésel 2.0 TDI de 170 CV, con alimentación por conducto común (common rail), suma un explosivo rendimiento practicamente en la totalidad del régimen (se nota su amplia cilindrada), empujando con decisión y sin tirones desde mucho antes de las 2.000 vueltas. Además, es elástico, pues la potencia máxima la da a 4.200 rpm, a un régimen algo mayor de lo habitual. Su funcionamiento resulta muy placentero asociándolo al fantástico cambio automático de doble embrague DSG, de seis velocidades, con modo Sport y posibilidad de manejo secuencial a través de la palanca (lástima de la ausencia de levas en el volante). Esta transmisión borda las transiciones entre marchas, tanto los aumentos como las reducciones, pues son casi imperceptibles. Como siempre que lo testamos, afirmamos que, si el cliente no está seguro de adquirir el automóvil con cambio manual, que pruebe este DSG antes de tomar una decisión. Eso sí, tiene un pero, que sale a relucir en aparcamientos en cuesta, pues hay que ser muy suaves con el acelerador para evitar que el coche inicie la maniobra con demasiada brusquedad.
Rectilíneo y espacioso
Con este brillante conjunto motor/transmisión, el consumo medio establecido durante la prueba fue de 6,4 l/100 km, una cifra nada exagerada, más si tenemos en cuenta la mala aerodinámica del vehículo, propiciada por unas formas rectilíneas con las que, a su vez, se consigue un gran aprovechamiento del espacio en apenas 4,2 metros de longitud.
La tracción 4×4, mediante un embrague Haldex, es conectable al eje trasero cuando hay pérdidas de motricidad, es decir, en buenas condiciones de adherencia actúa como un tracción delantera convencional. Disponer de dos ejes motrices siempre implica un plus de seguridad, sobre todo en firmes deslizantes, muy comunes ahora en el invierno a causa de las bajas temperaturas, por lo que recomendamos siempre su adquisición. En el campo también suma ventajas, pues nos permitió afrontar y superar pendientes, a pesar de que los neumáticos eran específicos para asfalto, algo que no hubiésemos podido lograr únicamente con la tracción delantera. Además, en el Yeti lleva asociado un control de descensos (botón Off Road) para tener bajo control el coche en bajadas fuertes y prolongadas.
El conductor tarda poco tiempo en acostumbrarse a las reacciones del Yeti, un SUV que se conduce prácticamente como un turismo. Salvo en algunas maniobras, como al cambiar de carril en vías de primer orden para adelantar, no es necesario estar muy atento a la dirección para mantener la trayectoria.
El acabado Elegance del Yeti, tope de gama, viste con frac al modelo checo, tanto por dentro (navegador, volante de tres radios, etc) como por fuera (llantas de 17”, faros bixenón, cristales oscurecidos, etc). El completísimo equipamiento de serie también incluye asientos de cuero. Una pena que no sean calefactados para no notar frío inicial al sentarnos en días de invierno y ventilados para no sudar en jornadas calurosas.
El resto de información del Skoda Yeti se encuentra aquí y aquí.
MEJORABLE:
– Vibraciones cerca del ralentí.
– Mala aerodinámica.
– Asientos de cuero sin calefacción ni ventilación.
EQUIPAMIENTO DE SERIE Y SEGURIDAD
Climatizador bizonal; llantas de 17 pulgadas; radioCD con lector de MP3 y conexiones auxiliares; navegador con pantalla táctil de 5 pulgadas; sensores de alumbrado, lluvia y aparcamiento; volante multifunción de tres radios; control de velocidad de crucero; Bluetooth; retrovisor interior fotosensible; faros de xenón adaptativos; luces diurnas por leds; asientos traseros regulables en longitud e inclinación, etc. Seguridad: Airbags frontales, laterales, de cortina y de rodillas para el conductor; programa electrónico de estabilidad (ESC); asistente de conducción Off Road; ayuda al arranque en pendiente; reposacabezas delanteros activos, etc.