Marc Márquez ha vuelto, eso dicen muchos. Pero el español nunca se fue, ha estado luchando para superar una aciaga lesión de hombro y una falta de competitividad de su moto anterior. Ambicioso sin límites, en el GP de Aragón ha demotrado que su talento sigue intacto con una demostración de pilotaje con la GP23, haciendo la ‘pole’, ganando la Sprint y la carrera larga del domingo.
Con las victorias de Marc Márquez en el Gran Premio de Aragón MotoGP, que tuvo una asistencia con más de cien mil aficionados, MotoGP 2024 se pone emocionantísimo. Máxime cuando su hermano, Álex, arrolló a Pecco Bagnaia, a cinco vueltas para el final luchando ambos por la tercera plaza. El bicampeón, con la posición ganada, adelantó al ilerdense, éste no le vio y su rival cerró la trazada, encontrándose con el de Gresini que lo arroyó, pasando su moto por encima del cuerpo del italiano, acabando con la carrera de ambos, aunque afortunadamente ninguno de los dos sufrió lesiones graves. Por el momento, el accidente está siendo investigado por el Panel de Comisarios y no se conocen sanciones.
Un terrible accidente que, sin embargo, reduce las diferencias en la clasificación del Mundial, beneficiando a Jorge Martín, ahora más líder, con 299 puntos, seguido por Bagnaia, 276 p, y acerca a M. Márquez a la cabeza, 229 p, cerrando Andrea Bastianini, 228 p, únicos pilotos que superan los 200 p, pues el siguiente es Pedro Acosta con 148 p. MotoGP se pone pues más emocionante que nunca.
Demostración de pilotaje
La demostración de pilotaje de M. Márquez se inició el viernes, marcando el mejor tiempo. El sábado, en la qualy del sábado, el catalán hizo la pole -la 94ª de su carrera deportiva- metiéndole 8 décimas al 2º, Jorge Martín. En la Sprint de ese mismo día, el del Gresini pasó por encima de sus rivales con varios segundos de diferencia con respecto a Pedro Acosta (magnífica su actuación en Motorland) y Martín, tercero.
Y en la prueba reina, la del domingo, el ilerdense pilotó con mano de hierro para hacerse con su 60ª victoria en MotoGP, seguido de Martín y Acosta, que firmaron un excelente fin de semana. 1.043 días después del último triunfo de Marc en la categoría reina -sin contar la Sprint del día anterior-, el de la Ducati GP23 se subía de nuevo a lo más alto del cajón. No lo hacía desde Emilia-Romaña, en octubre de 2021 y han debido pasar 53 grandes premios para que este piloto de otra galaxia, ambición ilimitada y pilotaje espectacular, se reencuentre con la victoria.
Atrás queda la fractura del húmero derecho en el GP de España de 2020, donde inició un camino de incertidumbre que lo llevó de quirófano en quirófano, periodos dolorosos de recuperación, más operaciones y luego la falta de competitividad de la marca con la que triunfó, que le llevó a numerosas caídas para suplir con su pilotaje las carencias de la máquina. En Aragón hemos visto de nuevo al Marc auténtico, al talentoso, que parece haberse zafado de tres años de amarguras para reencontrarse de nuevo con la victoria, la confianza y la alegría.
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