El Circuito Ricardo Tormo vibró con dos intensas batallas de la GTI Trophy donde Fernando Navarrete firmó una exhibición en la primera carrera y protagonizó una épica remontada en la segunda, aunque penalizaciones le impidieron subir al podio. Julián Mazuecos, sin estridencias, pero con constancia, lidera el campeonato. Este ‘finde’ vuelve la emoción con la tercera de la temporada, en Navarra.
Fuego y orden en Cheste
La luz del Mediterráneo bañaba el asfalto del Ricardo Tormo cuando los motores 1.8 turbo rugieron en el arranque de la segunda cita de la GTI Trophy. Fernando Navarrete, encendido como una chispa sobre combustible, tomó la cabeza desde la salida en la primera carrera y no la soltó. En cada giro, impuso un ritmo marcial, imposible de replicar para sus perseguidores. Ni Agustín Arce, ni Iván Riera, ni el incisivo Luis Palmero pudieron plantarle cara.
Luis Álvarez, uno de los favoritos y líder parcial hasta entonces, sufría con los límites de pista y sus penalizaciones terminaron lastrándolo. Julián Mazuecos, metódico y sereno, contrarrestando con su talento las carencias mecánicas de su coche, escaló hasta una meritoria quinta posición en pista que se convirtió en cuarta tras las sanciones.
Navarrete lo ganó todo: pole, vuelta rápida y Carrera 1. Una jornada casi perfecta que lo metía de lleno en la lucha por el título.
Remontadas, sanciones y gloria contenida
La segunda carrera comenzó con Arce defendiendo su pole con uñas y dientes. Palmero lo acosaba con el nervio del debutante talentoso, mientras Riera y Álvarez se debatían entre el ímpetu y la estrategia.
Desde el fondo del pelotón, tras problemas en clasificación, Navarrete se lanzó como un huracán. En pocas vueltas estaba ya cuarto. Adelantó a Riera con una maniobra quirúrgica, luego a Palmero, y cuando parecía tener ritmo para pelearle la victoria a Arce, llegó la sombra de los track limits. Quince segundos de penalización. Un castigo demoledor.
Miguel Villacieros, que venía arrastrando el infortunio de Madrid, encontró algo de redención con un trabajado tercer lugar. Arce, firme y sin errores graves, se llevó su primera victoria en la categoría. Palmero, pletórico, firmó el segundo puesto.
Mazuecos, el campeón de ambición alta
Ajeno al ruido y las sanciones, Mazuecos volvió a pescar en río revuelto. Séptimo en carrera, su regularidad, la estrategia limpia y el castigo a rivales directos lo elevaron a la quinta plaza definitiva en la carrera 2. Suma puntos sin levantar demasiado polvo, pero es quien lidera la general tras Valencia con 445 puntos. El número 60 tuvo en el mitin levantino un Golf de perfil bajo, pero el piloto es de ambición alta.
El campeonato, joven aún, se dirige ahora al circuito de Navarra. Con Navarrete al acecho, Palmero en ebullición y Mazuecos en la cima, el GTI Trophy promete más emociones al rojo vivo.
Julián Mazuecos: “Si estoy entre los tres primeros, sería un muy buen resultado”
El vigente campeón de la Saxo Trophy Jarama Race relata su transición a la GTI Trophy y sus aspiraciones en el campeonato:
Pregunta. ¿Por qué este campeonato?
Respuesta. Porque es el paso lógico tras la Saxo. Es un coche con más potencia y modificaciones, perfecto para seguir aprendiendo.
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